En pleno estado de emergencia, el Gobierno ha impuesto nuevas medidas que buscan paralizar toda actividad no esencial en el país. Grandes y pequeños comercios físicos han ido cerrando sus puertas, lo que ha significado que la demanda de las necesidades básicas de la población se dirija al entorno online.
Así, el e-commerce, considerado actividad esencial en esta situación excepcional, se presenta como una solución muy viable para la supervivencia de cualquier empresa. “Los canales de compra online son cruciales para mantener la normalidad de la actividad comercial y la estabilidad de la economía, además de garantizar puestos de empleo”, comenta Ariel Vidal, director académico de The Valley, escuela de negocios para la transformación digital.
Resulta ahora imprescindible para las compañías aprovechar sus canales digitales tanto para comunicarse con sus clientes como para ofrecer sus productos. “Los comercios que hasta ahora se habían dedicado exclusivamente a la venta en tiendas físicas comienzan a digitalizarse para aparecer en el entorno virtual, además de surgir nuevos emprendimientos de despacho a domicilio”, señala Vidal. Si bien es cierto que en algunos sectores las compras pueden estar sufriendo descensos, otros ámbitos como la alimentación o la farmacéutica están viviendo el momento de oro de sus e-commerce. De hecho, según datos ofrecidos por la Cámara de Comercio de Santiago, el impacto del coronavirus ha traído como resultado un aumento del 119% en la venta de productos por internet (datos de la última semana de marzo 2020). Entre las categorías que más crecieron durante el mes destacan tecnología, equipamiento de hogar (particularmente home office) y alimentación.
Se ve entonces como de la misma forma en la que, por ejemplo, el teletrabajo impactará en la concepción que tienen las empresas de esta práctica, el cambio de tendencia de los consumidores de comprar online en vez de presencial, también cambiará el paradigma de comercio de cara a futuro. Tal es su impacto, que el Covid-19 puede ser el detonante definitivo de la consolidación del e-commerce en Chile por los siguientes motivos:
1. Mantener el flujo de la actividad comercial: ante el cierre de los comercios físicos, gran parte de las empresas que ofrecen servicios y productos se han movido al entorno online, en el que, gracias a la tecnología, pueden seguir generando ingresos a través de la venta de productos, manteniendo así activo el flujo de la actividad comercial.
2. Evitar desperdicios y posibles pérdidas: debido a la situación del cuarentena y cierre forzado de comercios físicos, el e-commerce se está posicionando como la alternativa más viable para dar salida a los productos perecederos que los diferentes productores y distribuidores tenían en stock.
3. Puestos de empleo garantizados y activos: En el caso de los supermercados, farmacias, o de las empresas de mensajería y repartos a domicilio, gracias a la posibilidad que ofrece el e-commerce de seguir con la actividad regular, los empleos están garantizados e incluso, en algunos casos, ha habido mejoras salariales para todos aquellos que están ejerciendo de “superhéroes” durante esta crisis.
4. Farmacias y supermercados: los hábitos de compra han cambiado en estas últimas semanas y se nota cómo los supermercados y farmacias están registrando ventas mediante sus canales online muy por encima de su nivel habitual, quedando claro que la tecnología ha sacado lo mejor del confinamiento y está siendo clave para el abastecimiento de recursos básicos.
5. Impulso del I+D tecnológico: el auge que está teniendo el canal de tiendas virtuales está sirviendo para impulsar la innovación entre startups, pymes y grandes empresas que se han dado cuenta de que la digitalización no es una opción sino una obligación. Esta crisis está generando una mayor apuesta por parte de las empresas por invertir en su desarrollo tecnológico e impulsar iniciativas y acciones de I+D tecnológico.
“Así, se hace sumamente importante que, al mismo ritmo que las empresas se digitalizan, los profesionales lo hagan también para estar a la altura y tener las capacidades de gestionar este proceso de transformación, además de adaptarse a los nuevos retos y seguir siendo relevantes en la empresa”, finaliza Vidal.